Pensamiento positivo - Las tres cervezas que deseas beber
En estos días de confinamiento son constantes los mensajes sobre cómo sera nuestra vida después de esta situación. Dejando reflexiones socioeconómicas y filosóficas de lado, en clave de entretenimiento, algunos medios han apostado por dar rienda suelta a la imaginación para que pensemos, individualmente, qué es lo primero que haremos después de pasar un buen número de semanas encerrados en casa.
Desde montar fiestas sin control o arrasar bares, a visitar a amigos y familiares en busca de besos y abrazos, respuestas hay para todos los gustos. Pienso mientras escribo pero, en línea a mi talante tranquilo, creo que mi primer día tras el confinamiento será como cualquier otro día: voy a hacer justo lo que toque hacer ese día. Un día ordinario, considerando tan solo que después de bastante tiempo ya no habrá límite a mi movilidad, cosa que me va a dar mayores posibilidades. Supongo que sencillamente trabajaré, y si me queda un rato lo dedicaré a pasear por la montaña. Lo sé, soy pura diversión.
No obstante, dando un giro cervecero al juego, y con ganas de fomentar el pensamiento positivo en momentos como el actual, hago extensiva a quien se anime la siguiente pregunta, que me dispongo a contestar debajo:
¿Cuáles son las tres cervezas que estás deseando beber cuando todo esto se acabe?
La primera está clara. Bajaré a la plaza de mi pueblo con mi mujer y mi hija, me sentaré en la terraza del bar que esté abierto o tenga sitio, uniéndome a alguna mesa ya configurada o cogiendo sillas a la espera de que lleguen amigos y compañeros, y tomaré la que esté en oferta y que más me apetezca en esos momentos, mientras veo a mi hija disfrutar con sus amigos. ¿Y qué cerveza será? Es lo de menos, pero en función del bar será una Guineu IPA Amarillo, una Complot IPA o una Moritz Epidor.
Saliendo algo más allá, me plantaré en Manresa para visitar mi bar de referencia, La Taverna dels Predicadors. Allí, como cada vez, me acercaré a la barra para saludar a Èric y a Sandra Prenyanosa, observaré detalladamente la pizarra y decidiré la cerveza, nuevamente, en función de qué me apetezca. Para empezar, tiene números que elija la Predicadora, que es la cerveza de la casa, hecha en Refu Birreria, o alguna cosa de La Pirata. Cogeré mi vaso de pinta y me lo llevaré al piso inferior, donde me sentaré y sacaré el libro que en esos momentos me esté leyendo para saborear el placer del momento lentamente.
Finalmente, a la primera opción que se me presente, reservaré mesa en el restaurante El Racó d'en Cesc para seguir la tradición de los últimos años de celebrar Sant Jordi comiendo allí con mi mujer. Tengo claro que no beberemos una sola cerveza, y que casarán perfectamente con la deliciosa comida que nos servirán, pero para saber la cerveza exacta tendréis que preguntárselo a Edgar Rodríguez, cuyo consejo seguiremos en la elección. Pocos restaurantes conoceréis donde puedas pedir al sumiller que te elija la cerveza para lo que vas a comer (y que acierte cada vez).
Y hasta aquí mi imaginación y positividad. ¿Os animáis a pensar vuestras tres cervezas?
Salut i birra!
¿Sólo 3? ¡El día que vuelvan a abrir los bares pienso hacer una ruta salvaje! Una session IPA en el colón, una Bitter en el Wittgenstein, una cañita en La Piedra, otra IPA en el Durandal, una Stout en el Manjarrés, una pinta en el Malahierba, otra en el Irlandés... ¡Y esto diciendo sólo los más cerca de casa!
ResponderEliminarVeo que tienes donde elegir :-) Es para limitarlo, podría seguir la lista e incluir bares que quiero visitar en breve, nuevas aperturas o algún viaje que ha quedado colgado. Un abrazo Rodrigo.
EliminarYa, limitarlo... tú has dicho el plan de tres días... ¡Yo sólo el de uno, con una ruta habitual! (Y sí, tengo suerte, mi zona de Valladolid está llena de buenos garitos)
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