2do #FFdA - Mis cervezas... (parte 2/2)

(continuación del anterior post)

Sigamos con mi experiencia en este 2do #FFdA... Hasta el momento había podido degustar las siguientes cervezas:
  • Great Divide Chocolate Oak Aged.
  • Abbaye du Cateau Vivat Triple.
  • Dogfish Head 90 Minute Imperial IPA.


Cerveza #4 - Cantillon Vigneronne:


Después de un inicio con muy buenas sensaciones cerveceras, faltaba socializar un poco mi apuesta de cervezas. Llevo tiempo con pequeñas iniciativas evangelizadoras a fin de mostrar el camino del bien a mi familia. Creo que, especialmente, una persona concreta ha empezado a mostrar mucho más interés del que presentaba hace, tan sólo, medio año: se trata de mi suegro, un gran amante de la gastronomía en general, y que no tenía hasta hace poco una consideración justa, a mi parecer, de lo que es la cerveza.

Es por eso que, ni corto ni perezoso, me invité a comer a casa de mis padres políticos, y con más cara que espalda les puse, encima, la condición de que hubiera queso de postres. Y así fue como, después de un delicioso conejo con llenegas (un tipo de seta) nos plantamos a los requeridos postres lácteos. En este punto, destapé una cervecita para conquistar un poco más el paladar potencialmente cervecero de mi suegro: la Cantillon Vigneronne.

Como toda lámbica que pasa por mi casa, su consumo requiere que haya alguna excusa buena para abrirla. En este caso, el #FFdA y el hecho de compartirla con la familia fueron más que suficientes. No la probaba desde mi etapa vital por Bélgica, aunque ya sabía de antemano que, al menos a mí, no me iba a decepcionar (recuerdo haber proclamado, entonces, que debía tratarse de la mejor lambic del mundo). En el caso de mi suegro potencialmente-birraire, después de la sorpresa inicial ("¿esto es cerveza?"), la satisfacción fue equivalente a la perplejidad por una bebida tan curiosa y, a su vez, refinada. La acidez propia de la cerveza fue demasiado para los demás familiares presentes, sin embargo.


¿Y qué es lo que nos encontramos en la copa? Pues una cervecita turbia, de color entre dorado y ámbar, y con una espuma marchita que dejaba una fina capa blanca como recuerdo. El aroma ácido, muy clásico de la casa, con ese toque de corral característico acompañado de suaves notas a uvas moscatel, toquecitos de piel de uva, un punto cítrico y, una vez evolucionada, recuerdos a pistacho. En boca presentaba un toque meloso a uva madura y una sensación altamente ácida, con un retrogusto interesante a corcho y un puntito de madera. Una lambic afrutada de nivel, agresiva, deliciosa; aunque seguramente no la mejor para entrar en el género.

La verdad es que la Vigneronne acompañó la velada con encanto y destreza, maridando expertamente con un queso de cabra de l'Empordà que nada tiene que ver con los quesos clásicos con leche de esta clase de bóvidos, al ser muy compacto. Ya he pedido que me miren quién lo fabrica, porque es una referencia a tener en cuenta; ¡qué delicia!

Después de cinco años sin probarla, pude degustar con más bagaje la Cantillon Vigneronne, que cumplió expectativas y mostró un abanico de registros que no había podido apreciar en mi época belga. Y por lo que atañe a mi suegro, cada día ve la cerveza con menos escepticismo, reconociendo que según qué referencias le han sorprendido muy gratamente; como es el caso de la penúltima cerveza de este 2do #FFdA.



Cerveza #5 - Emelisse White Label (Jack Daniels):


Un poco después de tan buena comida, compartiendo charlas y buenos víveres en familia, tocaba ver el desenlace del mundial de F1 de este año, que prometía emociones fuertes. Con este panorama por delante, cogí mi snifter, alargué mi brazo hasta las profundidades de mi armario y saqué, de allí, una cerveza que reposaba desde hacía algo más de un año, desde que la adquiriera en la tienda cervecera que más me ha acojonado en mi vida: De Bierkoning, en Amsterdam.

Todo lo que había probado hasta el momento de la holandesa Emelisse me había dejado un gran sabor de boca; recordando con especial cariño su Black IPA de tirador en Arendsnest. Así que esta Barley Wine, envejecida en barricas de whiskey Jack Daniels, prometía no dejarme descontento.

Al verterla apareció un líquido turbio, de color cobre, con una corona de espuma muy delgada, cremosa, que dejó algo de rastro en el vaso. Desde lejos, podía oler el whiskey de Tennessee por todas partes, y al acercarme el snifter tuve un flashback que me llevó de vuelta a Mataró, a la fiesta de aniversario de Zombier. Efectivamente, la nariz me pareció muy similar a la de la maravilla que se había traído un tipo americano majísimo (Eric): la The Bruery Fruet. Con notas omnipresentes de whiskey, aparecían también toques a praliné, frutos secos, madera, vainilla, algo de chocolate, mucho alcohol y suaves toques herbales; así como frutos rojos caramelizados.


Pero en boca... ¡ay en boca! Toda esa maravilla aromática se veía perjudicada por un desequilibrio hacía el alcohol que le hacía flaco favor a tan bienoliente cervecita; el carácter del whiskey se imponía por encima de  los demás matices. El cuerpo, demasiado ligero para mi gusto, acababa de rematar una cerveza que, si bien estaba la mar de rica, habría podido ser una bestialidad. Resinosa y de final seco, dejaba buen sabor de boca; aunque no pudiera decir lo mismo del global.

Tenía buenas esperanzas con esta cerveza, si bien estaba atento ante el envejecimiento en barrica. Finalmente, las expectativas no fueron alcanzadas y se quedó en un pequeño disgusto, ya que la nariz prometía un festival a la altura de la primera cerveza de este #FFdA. Está claro que una cerveza como esta es de Fondo de Armario: por rara y por estilo. Una pena que, como es normal, no todas acaben siendo tan ricas como uno espera.


Epílogo:

Con mucha ilusión nuevamente, veo que la participación ha sido notable. Ya han aparecido casi todos los posts de resumen de la experiencia de cada uno de los participantes; así que ya hemos podido iniciar nuestra exploración cotilla de lo que ha pasado en domicilio ajeno durante la celebración del 2do #FFdA. Pero, además, ha habido también algún caso de espontáneos que se han apuntado "sobre la marcha" en las redes sociales; será interesante repasar, en el siguiente post, su particular fin de semana de "limpieza" de armario.

En consecuencia, y como ya es tradición, el próximo post será un largo pergamino que va a recoger la experiencia de cada uno de los participantes al segundo #FFdA: sean los inscritos oficiales, los que lo han hecho sobre la marcha o los que lo han hecho clandestinamente, pero que mi vigilancia va a hacer aflorar. A nivel de conclusiones y próximos pasos, auguro que habrá un post más allá.

A partir de aquí, sólo agradecer a toda la gente que ha celebrado su Finde Fondo de Armario su colaboración para construir esta pequeña fiesta cervecera bianual. Falta medio año para la primera edición de 2013, para la que tengo algunas nuevas ideas patilleras, algunas de difícil implementación, pero se hará lo mejor posible para que la iniciativa vaya evolucionando y busque la originalidad y patillidad necesarias para seguir divirtiendo y ayudando a los pobres cerveceros que, como en mi caso, tenemos una tendencia al almacenamiento y reserva de botellas que puede acabar con nuestra vida conyugal; e incluso familiar.

Hasta el próximo post. ¡Que tengáis salut i birra!

Comentarios

  1. Es fácil odiar, pero es más fácil odiar mucho. Menudas cervezas te has cascado, entre ellas la complementaria a la St. Lamvinus de Pau que es probablemente la que más envidia me ha dado (si nos olvidamos de DFH 90 Minutes, por supuesto)

    Un saludo, y reenhorabuena por la iniciativa

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    1. ¡Gracias Hugo! Esta vez le tenía ganas al #FFdA después de que mi primera convocatoria terminara con un virús intestinal. La Vigneronne no falla si te va lo Cantillon; hazte con ella cuando puedas :-).

      Debo decirte que tu White IPA me dejo los dientes largos también; ¡tampoco te puedes quejar!

      ¡Un abrazo!

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  2. ¡Grande el suegro rindiéndose a la lámbica! Muy entretenido el relato, me alegro de haber podido participar aunque fuese con una triste cerveza, el resto del finde me lo pasé buscando el fondo de armario de los dublineses, pero esa gente... no tiene fondo xD.

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    1. ¡Gracias por el comentario, Diego! Jaja, creo que los británicos en general sólo tienen fondo a la hora de apretarse pintas. Conozco a pocos a los que les vea yo capacidad para guardar mucho tiempo una birra :-).

      El suegro acabará siendo birraire; tiempo al tiempo.

      ¡Un saludo!

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  3. Esta vez te has pasado pero además de verdad, Joan! Jajaja!! Madre mía que petardos de cerveza!! Menudo festín! No sabría con cual de todas quedarme... y eso no puede ser bueno (para mí, claro... jaja!). Como ya te dije, mi más sincera enhorabuena por la iniciativa y a ver cuando nos lías para otra! :)

    Salut!

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    1. Pau! Pues prontito habrá otra, aunque no irá a mi cargo. Será un tema a tratar en los próximos posts :-).

      En cuanto a cervezas, la verdad es que me viene de fábula haber tenido la pajilla mental de inventarme el #FFdA, porque sino no sé cuando me habría tomado estas (y las que quedan por ahí...).

      Gracias por tu comentario y participación. Una abraçada company!

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  4. Eso, otra otra otra (gritos del respetable) que queremos excusas para vaciar la despensa!

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    1. Pues oye Txema, a mí una cada mes me vendría bien, que sino siempre me abro las "fáciles" y me van quedando los pepinos en la bodeguita :-P. Salut crack!

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  5. ¡OTRA, OTRA, OTRA! VENGA, UNA RAPIDÍTA, A VER QUE QUEDA TODAVÍA POR AHÍ, QUE SALGAN ESAS OUTSIDERS FFDAERAS, JAJAJA. INSISTO EN PEDIRTE LA ETIQUETA DE LA EMELISSE Y PARA QUE VEAS QUE NO SOY PEDIGÜEÑO, LA VOY A PAGAR ¡TE DOY 5 CÉNTIMOS! YA YA YA, SE QUE ES MUCHO DINERO, PERO HOY ESTOY GENEROSO, SOY ASÍ, QUE LE VOY A HACER. XD
    VENGA, VAMOS A TIRAR LA CASA POR LA VENTANA ¡10 CÉNTIMOS POR LA EMELISSE Y LA VIGNERONE! ¡A TOMAR POR CULO PRESUPUESTO! YA PEDIRÉ EL RESCATE A BRUSELAS. XD

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    1. ¡Jorge! Jajaja, la etiqueta de Emelisse me sabe mal pero estaba reservada de antemano. La de Vigneronne te la guardo, no te preocupes :-).

      A ver cuando nos pimplamos esas lambics que comentabas por Madrid. ¡Un abrazo!

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  6. Enhorabuena por la cervezas. Con respecto a la Cantillon ya lo puse en la entrada de Pau: de momenta no estamos hecho el uno para el otro.
    Con respecto a la Emelisse, qué voy a contar??, todo lo que he probado de esta cervecera está buenísimo, cuanto más esta que nos muestras...

    Un saludo

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    1. ¡Qué tal José! Pues yo con Emelisse estaba igual que tú, hasta ésta, que tuvo un punto de decepción, aún siendo una buena cerveza.

      Y en cuanto a las Canti, un día nos juntamos con el del comentario de arriba y con Gago y verás como te pasan las manías ;-).

      ¡Un abrazo!

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    2. Lo de las Lambics, eso está hecho...

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  7. Menudo #FFdA te has pegado Joan!!! Todo lo contrario que el mio... Que por culpa del trabajo (y que no falte!) tuve que currar todo el fin de semana.
    Pero encontré un momentito para relajarme y disfrutar de una de esas cervezas que llevaba tiempo guardando para una ocasión especial, una cerveza que tenía muchas ganas de probar, así que allá va mi #FFdA, con mucho retraso :)

    La cerveza elegida fue la Cantillon Kriek 100% BIO. Estas lámbicas... cuanto más las pruebo más me gustan.

    Esta es una cerveza que forma más espuma al servirla de lo que suele ser habitual en este tipo de cervezas, aunque con poca duración, dejando una fina capa de espuma rosada de pequeñas burbujas.
    La cerveza tiene un color rosado muy elegante.

    En nariz notamos en seguida el dulzor de las cerezas. También notas especiadas, agrias y con un toque avinagrado.

    En boca tiene un principio dulce, afrutado, seguido de una marcada acidez, acabando con un regusto agrio y con final seco. De cuerpo ligero y alta carbonatación.

    Una cerveza muuuy refrescante, que sin duda, si no fuera por su precio, sería ideal para aliviar la sed en los calurosos días de verano.

    En fin, ha sido solo una cerveza, pero que cerveza!! Muy rica.

    Espero que en el próximo #FFdA pueda disfrutar de alguna cerveza más.

    Un saludo a todos!!

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