El Sopar del Llúpol...

A una semana de las vacaciones de verano uno respira (respiraba) diferente. Llevas unas cuantas semanas vistiendo chanclas y bermudas durante los fines de semana y tus planes nocturnos tienden a celebrarse al aire libre. Con esta sensación casi-vacacional llegamos el viernes 25 de julio por la tarde-noche al II Brewtast, organizado por la Cooperativa Barricona en sus propias instalaciones de Sant Joan de les Abadesses, en la comarca del Ripollès, junto con los compañeros de la Microcervesera de Porqueres.

Teníamos claro que queríamos asistir a esta segunda edición del evento: los compañeros de la Barricona fueron una de las sensaciones en el marco de las actividades paralelas del Barcelona Beer Festival, con una actividad gastronómica muy amena e interesante, altamente valorada por los asistentes (léase, por ejemplo, a Pau), y esta feria cervecera se presentaba como una buena ocasión para conocer más de cerca su trabajo alrededor de la comida y la cerveza. Así fue como, a falta de disponibilidad durante el resto de fin de semana, decidimos acercarnos al acto inaugural del Brewtast, El Sopar del Llúpol ("La Cena del Lúpulo").
Al llegar a Sant Joan de les Abadesses, sin apenas salir del coche, empezaron a caer unos gotarrones de lluvia que hacían presagiar una buena tormenta. Rápidamente nos dirigimos al porche de la Masia de la Cooperativa Barricona, donde nos encontramos con algunas caras conocidas y empezamos a charlar tranquilamente, ya con la sensación de fin de semana y con una jarra de Fuck the Agullons para empezar a introducir el lúpulo en el cuerpo. Concretamente, lúpulo japonés (Sorachi Ace), que se gustaba y se dejaba querer con sus puntos de mandarina madura y coco al trago, en una Pale Ale que, más allá del guiño en el nombre, pocas dudas levantaba acerca de dónde se había producido al beberla. Gran cerveza de Carlos Rodríguez e Ivan Bertrán, de la Microcervesera.

El ambiente era familiar: durante la espera para entrar al restaurante, quien más quien menos se conocía, y además habían unos cuantos niños pasándolo en grande con el intenso granizo que estaba cayendo. Paralelamente, los adultos íbamos bajando litro a litro la susodicha Pale Ale, sin perder de vista la apetitosa nevera llena de joyas, que aunque en principio se reservaban para el día siguiente hubo alguna que otra baja. Joaquim Jané y Mikel Rius, por su parte, seguían en su tarea de degustar y puntuar las cervezas presentadas al concurso de homebrewing que se celebraba en el marco del Brewtast.

Seguían llegando más compañeros, venidos desde distintos puntos del mapa catalán, cuando finalmente nos llamaron para entrar al restaurante y empezar el esperado Sopar del Llúpol. En un comedor pequeño y acogedor, de aspecto rural pero con toques modernos, personalizado con la trabajada imagen de marca de Barricona y La Calavera, fue donde empezó el espectáculo. En la mesa teníamos unos divertidos y atractivos salvamanteles de papel que imitaban el estilo de un periódico y que sirvieron como entretenimiento y  lectura mientras esperábamos la llegada del entrante, comiendo algún que otro pellizco del pan elaborado con cerveza Simone, la Stout de La Calavera.

El menú empezó con una ostra fresca del Delta de l'Ebre con aire de lúpulo; marisco fresco contrastado con el sabor que te dejaría un pellet de lúpulo americano en la boca. Este primer platito vino con un acompañamiento improvisado: un tártar de pez espada con un toquecito de mostaza, que hizo las delicias de todos los asistentes. Siguió un ceviche espontáneo -marinado- con lambic, con trozitos de pepino y frutos del bosque, y una salsita que dejaba una sensación ligeramente picante en la boca.


A continuación vino uno de los platos más llamativos, los tallarines IPA. Tal cual como comerse una India Pale Ale, su sensación era similar a los tallarines de soja, pero un punto más gelatinosos, y con un sabor inconfundible a lúpulo americano. Contrastaba agradablemente el fondo de crema de queso. El listón estaba alto, pero el tataky de magret con Sour Ale le sucedió de manera exitosa. El punto de cocción era el ideal para la carne, y la grasa tenía un agradable punto crujiente. Aunque más que sour fue agradablemente dulce. Antes de los postres, vino el canelón de remolacha con meloso de ternera a la Stout. Relleno de carne y, además de original por la sustitución de la pasta por una hortaliza, bien rico.

La cena, por cierto, tuvo un riego de lujo, con Setembre de Ales Agullons y, más hacia el final, una Gato Negro de Nómada Brewing Co.


Moose Island era el último de los platos del menú, consistente en un brownie de Stout con crema de Moose Islay (de Nómada), helado de biscuit y crujiente de pistacho. En este caso, aunque no hubo ni muchísimo menos que protestar para su eventual ingesta, había un leve exceso de sensación alcohólica de la crema, que eclipsaba el punto dulce y goloso del postre.

Con el estómago lleno, y las pilas agotadas como cada viernes por la noche, nos despedimos del personal y desfilamos, con la rabia de no poder asistir a la feria ni el sábado ni el domingo para disfrutar del buen ambiente que se respira en casa de la Cooperativa Barricona, un proyecto joven e innovador que nos da y nos dará muchas sorpresas y alegrías gracias a su apuesta por la calidad y la originalidad en su trabajo, combinado con la sencillez y amabilidad de cada una de las personas que forman parte de él. Que per molts anys, companys!


Salut i birra!

Comentarios

  1. Tremendo! Disfruté de lo lindo de su ponencia en el BBF y me hubiera encantado asistir y más leyendo y relamiéndome por lo escrito... A ver si a la próxima!

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    1. Gran cena, sin duda. Aunque como de costumbre me quedo con el agradable ambientillo que lograron crear. Estos barriconos son unos cracks! Una abraçada Txema!

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  2. Bufff!! Quina barbaritat!! Menuda envidia de la sana y de la insana también... jejeje! Como Txema, me encantó su presentación en el BBF y me hubiera encantado asistir a esta cena... Habrá que hacer lo posible por hacerlo en otra ocasión, sin duda. Salut Joanet!

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    1. Me acuerdo como si fuera ayer de su actividad en el BBF, viendo la cara de satisfacción del público y a Marc dándolo todo en el escenario: y eso que aseguro que no se le daba bien hablar en auditorio, menos mal! Sábado y domingo fue una feria muy familiar, por lo que me han comentado; una lástima no haber podido quedarme a dormir.

      Salut Pau!

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