Mi experiencia en El Racó d'en Cesc...

De derecha a izquierda, la alineación del sábado...
¿Cuántos restaurantes conocéis que ofrezcan una carta de cervezas amplia junto con la posibilidad de maridarla con comida de excelente calidad? Yo por mi parte puedo contarlos con los dedos, al menos a nivel local, y la verdad es que con la de buenos restaurantes que tenemos por aquí y el poco protagonismo que tiene en éstos nuestra bebida favorita (descontando la cervecita del "¿quieren tomar una cañita mientras deciden que van a tomar?) era pecado no haber probado uno de los que más fuerte ha apostado por la introducción de la cerveza como producto gastronómico en su carta. Estoy hablando de El Racó d'en Cesc, un restaurante con una muy buena y céntrica situación en la ciudad de Barcelona y del que tenía, por ahora, pocas referencias (si bien todas buenas).

Así fue como este sábado pasado nos dirigimos al Carrer Diputació número 201 para disfrutar de una comida maridada con cerveza. Al llegar nos encontramos con un restaurante curioso: la decoración parecía la de un salón, como aquel que se va a comer a casa de unos amigos (eso sí, de los que cuidan los detalles en su casa). No muchas mesas, con mucho espacio entre ellas, y un ambiente tranquilo y relajado, ideal para una comida en pareja, en familia o con amigos.

Al sentarnos nos atendió rápidamente el sumiller Edgar Rodríguez, que nos sorprendió al tener a punto un menú especial para nosotros (me sentí hasta importante), fuera de los de la carta. Por supuesto, este menú venía maridado con cerveza. La única puntualización que hicimos, a parte de mi desgraciada alergia con un tipo concreto de setas, es que la "jefa" quería una cerveza de trigo, que sería la Collesi ImperAle Chiara.

Por mi parte, tendría una birra por plato, así que mi hígado tendría que hacer horas extras un sábado. El festival empezó a lo grande cuando nos llegó Edgar con un Foie a la Plancha con una pizca de jengibre y sobre una cama de lechugas, que vino acompañado de una Domus Aurea. Un inicio suave pero aromático, con un delicioso foie que maridaba a la perfección con la Aurea al no ser una IPA muy estridente ni amarga, y especialmente gracias al toque que le daba el jengibre. El primer plato fue realmente impresionante, y dejó el listón muy alto para lo que seguía. (A modo de apunte, la Aurea ha mejorado perceptiblemente desde que la tomara por primera vez).

Toma inicio... ¿alguien dijo hambre?

Y con ganas de sorprender llegó el segundo plato: unos exquisitos Raviolis de Faisán, con jugo y trufa, que desprendían un aroma de vicio. Rompiendo concepciones clásicas, Edgar apostó por maridar esta delicatessen con una cerveza negra: la Bernard Cerný Lezäk, una Dunkel con toques maltosos dulces que combinaban fantásticamente con la melosa carne de faisán y el jugo que acompañaba esos maravillosos raviolis, que fueron una de las mayores alegrías de la comida. El maridaje, perfecto.

Creo que sigo oliendo la trufa...

Se acercaba el momento de probar un buen pescado, que para la ocasión fue un Rape al Ajo Quemado. La cerveza para acompañarlo era atrevida, pero encajó de forma sublime: una Helles Schlenkerla Lagerbier, que sin llevar malta ahumada se contagia ligeramente del carácter de sus hermanas, con una complejidad hecha a medida para el plato. La suavidad pero consistencia de la salsita al ajo con el sutil toque ahumado de la cerveza, así como la tierna carne del pescado en conjunción con la agradable cremosidad de la Helles fueron sensacionales. Este plato es el ejemplo más claro de lo que nos contó más tarde Edgar: que los maridajes los preparaban en base a una cerveza, y no en base a un plato. Brillante.

Para chuparse los dedos.

Y después del pescado, entramos directos a la carne con un Cabrito con miel, mostaza y variedad de setas, a maridar con una deliciosa To Øl Reparationsbajer. Con el nivel que llevábamos hasta ahora, este maridaje me pareció un pelín menos acertado (si bien encajaban perfectamente, ni cerveza ni plato tapándose para nada y juntando esfuerzos en la impresión final); pero ¿cómo protestar ante una Pale Ale tan apetitosa como la de To Øl y el que para mi gusto fue el mejor plato del festival que nos pegamos? Sólo puedo salibar al recordar el punto de cocción tan óptimo al que se encontraba la carne, muy crujiente por fuera y perfectamente tierna por dentro, con los toques de mostaza y miel en harmonía con los lúpulos americanos, y el Nelson Sauvin a su bola aportando ese toque distinto y tropical tan suyo. Mi mujer y yo estábamos absolutamente encantados, mientras nos acordábamos de alguna persona a la que se le habrían puesto los pelos como escarpias con el apuntado punto de cocción.

Nos quedamos con ganas de repetir...

En este punto pensamos que nos vendrían los postres, después de que Edgar nos preguntara por nuestro apetito justo antes del cabrito (a lo que nosotros le indicamos que todo estaba en orden). No obstante, nos quedaba aún el Solomillo con salsa y queso de cabra, nuevamente con un buen punto de cocción (bien rojito) y a maridar (de manera muy atrevida) con una Heen & Weer de De Molen. La clave del maridaje, a parte de la base maltosa, estaba en el particular toque especiado final de la Heen & Weer, que sin ser mi Triple favorita sí funcionó muy bien con la carne y, especialmente, con el acompañamiento de queso de cabra. Gran manera de terminar los platos principales y enfilar hacia los postres.


La salsita es de aquellas a las que debes atender
con un buen trozo de pan.

Aquí, nuevamente, nos quisieron sorprender. ¿Quién no habría esperado una Porter/Stout con unos postres de chocolate? Pues no: Edgar sacó de la cocina y la bodega sus mejores recursos y nos presentó un Sable Bretón con crema, nata y fresas juntamente con una Baladin Xyauyù Etiqueta Dorada de 2008. El postre era absolutamente espectacular para los paladares más gourmands, y la birra que lo acompañaba una grandísima compañera. Después de esta exhibición de talento culinario y de sumillería, me quedé sin palabras, y la verdad es que ahora ya no sabría encontrar nada mejor para una Xyauyù que el Sable Bretón del Racó d'en Cesc.


Cuando los postres se convierten en arte...

Quedaban los cafés, pero Edgar me había anunciado que tenía una sorpresita para mí. Sólo él y mi mujer saben la cara de tonto que puse cuando sacó la polémica Start the Future de la Brouwerij 't Koelschip, la cerveza (o "producto de cerveza", como ellos mismos dicen) que quiso eclipsar la End of History de Brewdog una semana de haber salido al mercado. Con sus 60% (sí, sí, ¡60!), la Start the Future se presentaba como un whisky denso en la copa, y su aroma desprendía aromas muy propios también de esta celebre bebida, con toques de madera muy marcados. En boca, una explosión de alcohol, pero también de otros matices más propios de la cerveza, y de una dulzura más subida de lo normal para un whisky. Desde aquí quiero agradecer nuevamente a Edgar que pensara en mi para probar un culín de esta bebida, que si bien no entrará en mi ránking de favoritas, sí que fue un gusto poder probarla, y aunque su grado alcohólico me dejara algo tocado la verdad es que como amante de los destilados tipo whisky fue una grandísima oportunidad. ¡Muchas gracias!

Ni 1000 IBUs ni nada, ¡60% sí que
revientan paladares!

Antes de irnos, tuvimos ocasión de charlar de manera más distendida con Edgar, que nos guió por las entrañas del Racó y nos contó cómo trabajan, su filosofía y su pasión por la cerveza. Una conversación muy interesante que esperamos repetir pronto, ya no sólo porque es un gusto hablar de cerveza con profesionales como él, sino también porque me pareció ser un tío muy majo. Me habría gustado que también estuviera por allí el chef Toni Romero, pero Edgar ya me había indicado que este sábado no se encontraba en el restaurante.


De aquí salen las maravillas que os he estado
relatando...

Y bien, después de este largo post sólo puedo hacer que recomendar a todo el mundo que se acerque, sin dudarlo, a El Racó d'en Cesc. El trato recibido fue exquisito de principio a fin, con una profesionalidad propia de los mejores restaurantes, una variedad de comida y bebida fantástica y un trato de la materia prima cuidadoso y sensato. Tenemos muchas ganas de volver a que nos deleiten con sus maridajes de cerveza tan bien conseguidos, que son fruto de una comida de primera, cocinada con cariño, sabiduría y habilidad, y de un producto que, cuando le dan la oportunidad, se manifiesta como un gran compañero de platos de alta cocina: la cerveza. Quien vea en ella un elemento gastronómico que nada tiene que envidiar a otros de más laureados, debe citarse con Edgar y compañía para vivir una gran experiencia culinaria en el Eixample de Barcelona.


Update:

(A quien le interese contactar con El Racó d'en Cesc puede hacerlo a través de su Facebook, Twitter o Página Web).

Comentarios

  1. TREMENDO!!! BRUTAL!!!!! IMPRESSIONANT!! Dios!!! Qué hambre y más después de un fin de semana birreramente algo decepcionante!!! Tomo nota del restaurante, aunque mi Sra no es precisamente muy cervecera...

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  2. Jajaja :-), sabía que te gustaría Txema! No hay problema con tu señora, pues pueden maridarle la comida con vino si se tercia. Mi jefa no era cervecera y acabó robándome culines de Aurea y Heen & Weer, no tienes que tirar la toalla :-)! Salut mestre!

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  3. AAAAARRRRRRRGGGGGGGHHHHHHH!!! MAMMA MÍA!! Pero que pinta más brutal!! Sin duda una razón más sobrada para visitar BCN. Por quedarme con algún plato, los raviolis... pfff!! Me han entrado los calores al leerlo...

    ¡Ah! Y menuda suerte probar la Start the Future! Hasta el momento sólamente la había visto en las neveras del gran Sven...

    ¡Salut mestre! Encara que aquesta vegada, te n'has passat donant enveja!!! XD

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    1. Los raviolis eran exquisitos, decidir entre éstos y el cabrito es complicado :-). El próximo post de envidia-cochina a ver si es una vivencia común en Mataró! Salut!

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  4. My lindo. En serio y tengo el gusto de haber conocido a Édgar personalmente y es un muy buen tipo que sabe bien lo que hace. Ojalá hubiera gente como él en la escena gastronómica local.

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    1. Me habían hablado muy bien del Racó y el trabajo que hacen Toni y Edgar, pero la verdad es que colmó todas mis expectativas. Da gusto salir a comer cuando ves que te encuentras con gente tan profesional y que siente lo que hace. Un saludo, Max!

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  5. Me alegro de que te gustase todo, espero que todos los que leen tus post puedan venir a probarlos. Me gustaría dejaros los links del Racó d'en Cesc en Facebook por si alguien quiere mas información del restaurante o hacer alguna reserva.

    Web: www.elracodencesc.com
    Facebook: https://www.facebook.com/pages/Rac%C3%B3-den-Cesc/170269043012747
    Twitter: https://twitter.com/#!/ElRacodenCesc

    Gracias y un saludo a todos

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    1. Ya he puesto los enlaces en el post para que la gente también lo vea. Lo dicho, que felicidades por vuestro trabajo y muchas gracias por el trato que nos disteis. Espero repetir esta gran experiencia pronto, quizás con un grupillo de amigos. Un abrazo Edgar!

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    2. JAJAJA, no los había visto. Bueno, pues gracias de nuevo.

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  6. Puff, ¡qué ganas de ir! Mi enhorabuena a este establecimiento, ese es el buen camino!

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    1. Pues no lo dudes y a la que tengas ocasión pásate por allí. Tal como ya he dicho, a parte de la buena comida, la cerveza y el trato, da gusto ver gente tan dedicada a su trabajo. El resultado final es un premio al esfuerzo colectivo de los profesionales del Racó. Saludos Txolo!

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  7. JODO PETACA, yo no tenía ninguna duda de que algún día iría al Racó d´en CESC, pero ahora ya...MUST DO, excelente Post, excepcional comida y espectacular maridaje :)

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    1. Gracias por tu comentario, Dámaso :-). Pues ya sabes, a pegarse un homenaje un día, que este restaurante es garantía de calidad. Salud!

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